Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


La reunión de descerebrados que conforman la convención constitucional trata de arrogarse carácter constituyente, pero tal como lo ha explicado muy bien el destacado profesor de derecho constitucional Álvaro Tejos, solo se constituye la Nación soberana de Chile conforme el artículo 5 de la Carta Fundamental, así ratificado en el artículo 135 y de ahí fluye la necesidad de convocar a un plebiscito el 4 de septiembre para que a través del ejercicio directo de la democracia en nuestras manos, es decir de la ciudadanía, lo que esa convención proponga sea ratificado o rechazado.

Por tanto la convención carece de potestad soberana, sólo tiene la encomienda y mandato de redactar un texto.

Bajo esta consideración de orden y mandato jurídico la estructura comunicacional de izquierda ha estado metiendo en el consciente colectivo la idea de una acción constituyente y por tanto la mayoría de inacabados mentales que la conforman en un verdadero delirio colectivo han arremetido no solo contra la estructura del Estado sino que han ido mucho más lejos, atropellando con sus acuerdos la naturaleza del ser y su dignidad.

El artículo primero que han propuesto es una entelequia sólo posible de aceptar si cada uno de los chilenos hubiésemos perdido la razón. Han relegado la importancia de la persona humana a un quinto lugar, colocando por sobre ella consideraciones ideológicas de grupos minoritarios que creen que sus deseos deben ser constitucionales y así, paso a paso, estructurar el camino al totalitarismo.

La familia ha quedado fuera de la consideración de núcleo fundamental de la sociedad, creando nuevamente otra entelequia discursiva en que cualquier circunstancia producto del nuevo constructo psicológico se considere familia, quitándole la razón fundamental que viene del derecho natural: conservar la especie y estructurar un núcleo valórico que permita entregar amor, pertenencia y responsabilidad frente a la libertad.

Para que decir más sobre la desaparición del senado, donde se supone que reina la ponderación, la prudencia y sobre todo la inteligencia para un mejor legislar. Eso a las minorías no les gusta. Como tampoco les gusta el estatuto de los expresidentes de Chile, que más allá de simpatías o rechazos a cada una de las gestiones realizadas, tuvieron el privilegio de ser elegidos con la idea y mandato de servir a la Nación, los países civilizados, lo reconocen de por vida. Se podrán discutir los beneficios, modificarlos, pero jamás negarlos, pues lo han hecho. A cambio, han creado otra entelequia más, otorgando constitucionalmente un beneficio similar a quienes han ejercido la presidencia de esta Convención ilegítima.

Así entonces tenemos la declaración de la mapuche Loncón, quien ha sostenido “que se sentaba en un lugar de privilegio por dignidad”. Una desvergonzada, privilegio es ser llamada para ser nominada en un cupo por ser mapuche y no por voluntad soberana. Privilegio es llevar como asesor principal a un discípulo de García Linera para implantar el plurinacionalismo y el pluriculturalismo y ahora, más encima, por destruir a la Nación chilena se le consagra un sueldo y beneficios de por vida.

Esto se llama estafar la fe pública. Estafar a quienes equivocadamente pensaron que un cambio de constitución le arreglaba los problemas domésticos. No es posible seguir aceptando tanta y tanta maldad incubada en un grupo de odio y rencor creando un delirio colectivo de graves consecuencias. .A la araucana la podemos encerrar en un manicomio, pero a una masa delirante ¿dónde?  Ahí en la convención se incuban como en ninguna otra parte las más bajas pasiones del ser humano.

¿De qué dignidad habla esa mapuche ignorante que pretende con el cultrún hacer del chileno decente lo que hizo el flautista de Hamelín con los ratones? No, indígena, quedarás en lo que siempre has sido: revolcándote en el pulchen.

Despierta Chileno con la fuerza de tu valor patrio. Despierta con el ejemplo de Prat “El que sea valiente que me siga” o como O’Higgins en la batalla de El Roble “O vivir con honor o morir con Gloria”

¡Viva Chile…Libre!!!

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