Osvaldo Rivera Riffo

 

Leyendo y escuchando lo que se informa en los distintos medios, no se puede concluir otra cosa de esa observación que un espectáculo poco edificante, tanto en el quehacer nacional como internacional. Ello, por una permanente acción desinformarte.

Nacionalmente, personajes varios pintos copan los noticiarios, columnas y redes sociales:

El nuevo presidente del Senado, que asume esa alta investidura con el rechazo masivo del pueblo, quien ética y moralmente le critica su responsabilidad en la muerte del carabinero Garrido Carril.

Los sectores que levantan el liberalismo como bandera de la libertad en distintas partes del globo. Acaso no se sabe que un estado liberal acaba introduciendo en las conciencias de las personas -para asegurar que las libertades individuales no sean coartadas- elementos que favorecen el aislamiento de las almas, exaltando la lucha de los sexos, minando la patria potestad, postulando la flexibilidad sexual entre otras tantas expresiones de destrucción de la naturaleza humana.

La intención de destruir a la Iglesia Católica como baluarte y muro de contención de nuestra cultura occidental es un objetivo marxista -gramsciano que a su vez tiene como aliado al liberalismo, el cual amparado bajo las denuncias de situaciones condenables realizadas por personas individuales como ocurre en toda institución humana, han iniciado una campaña sin tregua de odio y destrucción contra uno de los pilares básicos de occidente.

No es noticia -porque el objetivo es otro- resaltar e informar la pureza de miles de personas que ayudan a la comunidad amparados bajo el alero de la institución Iglesia. Niños salvados en Angola de una feroz guerra civil, en México salvando la vida de miles de personas en el único puesto médico en 90.000 km. cuadrados y la distribución de alimentos y semillas para sobrevivir. Que la iglesia y esos sacerdotes bajo el peligro permanente de la muerte cobijaran y dieran educación a 110 mil niños no es menor. No es noticia que otros sacerdotes socorrieran la crisis humanitaria a más de 15 mil personas en los acuartelamientos de la guerrilla en África después de la rendición, porque no llegó la ayuda de gobiernos ni de la ONU.

Estas características humanas no son motivo de noticias, no aportan a la lucha de clases, a la siembra del odio, a la revancha política. ¡Cuánta falta hace un periodismo no militante! aquel cuyo norte fuese la objetividad, la decencia y la defensa de valores superiores.

He puesto estos ejemplos de servicio al prójimo, no para poner un manto sobre los escándalos que han producido la acción de unos pocos sacerdotes tanto en décadas pasadas como hoy. Ciertamente reitero, todos condenables. La preocupación por los niños es una prioridad insoslayable en todo orden de cosas, de no hacerlo se hipoteca el futuro de las naciones.

Seguimos con los medidores inteligentes, confusión creada por un mal manejo comunicacional o acaso no saben los usuarios que todos los elementos involucrados en la producción de energía se pagan en la cuenta mensual de consumo. El problema radica en los costos de producción y aquí es necesario que las instancias reguladoras mejoren la norma que dejó la administración de Bachelet.

A ello se suma el cambio de nombre al trasporte público, otra vez el mecanismo comunicacional del gobierno equivocó el objetivo. Se trata de cambiar un sistema por otro modelo permanente y más eficiente dejando atrás las connotaciones negativas del Transantiago. Todo muy bien, pero tales cambios todavía no han ocurrido y no pasa de ser una nueva imagen corporativa de lo que hay en circulación. Creo que hubo un apresuramiento atolondrado que más confunde que aclara a la comunidad.

Y para no alargarme en este comentario, la nueva ley de control de identidad. Aquí tropezamos nuevamente con criterios distintos para enfrentar la responsabilidad de un menor. Faltan criterios filosóficos profundos; la ley como en todas las cosas debe tener espíritu no sólo letra. Se trata de normas que rigen la vida en comunidad, palabra esta última olvidada por el individualismo; tema para otro comentario.