4 de mayo de 2020
BLOG-DE-MAXIMO
La fiesta de Maipú, con 400 bestias enfervorizadas y en pleno toque de queda, fue una salvajada. El “emprendedor” que la organizó quedó detenido en su casa, aunque en el momento en que llegó Carabineros no estaba. Hoy, la Cathy Barriga justificaba la desalmada acción, dando a entender que pobrecitos salvajes se confundieron con el mensaje del gobierno. En la Vega Central, otro hervidero de “no estoy ni ahí” demostraba que el populacho bárbaro no lo inventé yo, existe, y convivimos con ellos a diario ¿Alguien lo vio por televisión? Parecía Puerto Príncipe.
Los casos de infectados aumentan cada día. Algunos caerán o caeremos por casualidad, aunque muchos no tienen el más mínimo interés en el tema y caerán merecidamente. Hordas de gentuza de mal vivir pone en jaque la vuelta al trabajo y la recuperación económica de la que dependemos 17 millones de personas, incluidos los salvajes, que supongo comerán, se vestirán y vivirán en algún lugar, al menos de vez en cuando, y si no están muy ocupados en sus narcisistas menesteres.
El gobierno estará preocupado, sobre todo Sebastián, que no querrá pasar a la historia como el que envió al matadero a alguien. Recordemos su estatua. Él la recuerda a diario y por las noches ¿Qué sucederá con el retorno seguro, la nueva normalidad o lo como sea que se llame pasado mañana al regreso a la realidad? Oye Seba, no puedes perder más tiempo, olvídate de tu estatua y pon manos a la obra, o serás recordado como el presidente que envió a Chile a la ruina. Hasta ahora el gobierno lo ha hecho, en general, bastante bien. No guatees. Se hombre y toma la decisión que debes tomar. Tú sabes cuál es. En Francia, España, Italia y USA, por ejemplo, ya retorna la gente al trabajo, a pesar de tener la epidemia descontrolada. Nosotros no podemos esperar un día más.
Para que te voy a pedir que pongas mano dura a los salvajes, los barbaros y los desgraciados que no colaboran, legendaria es tu cobardía. Estás en la misma posición que durante el rescate de los mineros. O se te mueren dentro de la mina o se te mueren al sacarlos. Y en una de esas los salvas y te quedas con el papelito de recuerdo, aunque nadie te lo agradecerá porque nadie te quiere, nadie te respeta y solo estarás cumpliendo con tu deber ¿Sabes qué es eso, verdad Seba?
¡Ah!, y dile a tu empleado que no invente estupideces como “La batalla de Santiago” y leseras como esas. Atemorizan a la gente decente y cumplidora de sus obligaciones, haciendo cada día más difícil volver a reactivar la economía, mientras que los salvajes continuarán siéndolo porque no tienen arreglo.
Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.com/
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