Osvaldo Rivera Riffo
“En estos tiempos modernos en que los juicios se formulan rápidamente y en que todo el mundo escribe, debemos considerar que existen muchas reputaciones gloriosas que no tienen fundamento alguno, y muchos desprestigios que no deben ser considerados como tales.”
“Estas reputaciones y estos desprestigios son como fogata de hojarascas o como espuma de cerveza: no resisten a un diario examen atento y con la misma rapidez que se fabrican se disipan.”
“Un hombre vulgar se henchirá de satisfacción ante un elogio impreso e inmerecido. En cambio un espíritu frío, notara que tal elogio sigue una hipérbole, una exageración, algo que traspasa los lindes del elogio para entrar en los de la apología.”
He tomado estas líneas del famoso libro “El Político” de Azorín publicado en 1946 y lo he hecho a propósito de un acto realizado en la comuna de Providencia, donde se descubrió una placa en homenaje a un ex alcalde. La placa en cuestión le asigna el nombre de Alfredo Alcaíno al Club Providencia, una infraestructura construida en los años 70 bajo los lineamientos arquitectónicos del urbanista Germán Bannen, que caracterizaron a varias edificios y espacios municipales por su discutible gusto.
Con la llegada del Alcalde Cristian Labbé, en 1996, se le dio un nuevo impulso a dicho Club y se construyeron todas las instalaciones que hoy lo singularizan, poniéndolo efectivamente al servicio de los vecinos, con multi-canchas iluminadas, piscina temperada, gimnasio de última generación y un spa de características notables. Así también se dispuso una reorganización administrativa que permitió el manejo eficiente de los recursos.
En resumen, fue la administración Labbé la que realmente selló el compromiso con la familia Lyon Cousiño, que donó los terrenos para la finalidad de dicho club: un espacio de recreación y deporte para los vecinos de Providencia.
Como dice Azorín, sin mayor merecimiento, se le otorga este reconocimiento al Alcalde Alcaíno, saltándose el legítimo homenaje a quienes regalaron los terrenos o al Alcalde que, de verdad, trasformó tales instalaciones para convertirlo en el Club de excelencia que es hoy día.
No quiero desmerecer los muchos méritos que pudo tener la gestión de Alcaíno. Es más, es destacable que en su período en que fue Alcalde designado, le puso nombre de Avenida 11 de Septiembre a la construida en paralelo a la avenida Providencia, como consecuencia de la construcción del metro. Pues bien, si la actual autoridad quiere ser consecuente con la historia y con la memoria de este Edil, devuelva a dicha avenida su nombre original puesto por Alcaíno y así le rinde un merecido homenaje, sustentado en un hecho histórico real.
Por otra parte, la actual e importante Avenida Pocuro, dónde se encuentra el Club, y que fue rediseñada y construida por el Alcalde Labbé no sólo le otorga importancia a este recinto, es también el inicio del proyecto de interconexión de los parques de la comuna a través de las primeras ciclovías en el país.
Y aquí aprovecho de destacar -a propósito de la mala memoria del chileno- la enorme obra en infraestructura realizada en la comuna por la administración del Alcalde Labbé; algunos ejemplos: Estacionamientos subterráneos, Cafés literarios, Centro de Atención Primaria y Dental, Centros Integrales para el Adulto Mayor y la Juventud, programas recreativos y patrióticos como la Fiesta Dieciochera, ampliación y reformulación del Parque de las Esculturas, varios puentes sobre el río Mapocho, ensanchamiento y remodelación de Avenida Los Leones, construcción de la Plaza Centenario y un Proyecto Cultural de alto vuelo, no superado hasta la fecha, etc. etc. Grandes obras que no han sido ni siquiera igualadas en estos últimos 7 años, con una administración de extrema izquierda y otra de “derechita ¿? cobarde”. Estas dos autoridades que han llegado a la comuna posteriormente, han dedicado su tiempo y esfuerzo a borrar las obras del pasado reciente y a dar satisfacción a las minorías, en desmedro de la gran masa de vecinos que ven con horror como se destruye la comuna.
Bueno así son las bajas pasiones políticas de quienes hoy son engañosamente elegidos por el pueblo.
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