domingo, 15 de julio de 2018

 

 

          La última movida de Lavín acarrea algunos problemas que, en definitiva, el mercado va a solucionar. Pero en el tiempo intermedio, como siempre sucede, algunos van a ganar y otros van a perder.

          La UP tuvo la misma idea de Lavín y construyó departamentos de viviendas sociales en el riñón de uno de los barrios con mayor plusvalía de Las Condes, entre Manquehue, Alonso de Córdova y Presidente Riesco: la “Villa San Luis”. Luego vino la Revolución Militar, que dejó la solución, como en otros casos, entregada al mercado.

Pues las empresas inmobiliarias levantaron alrededor de la Villa San Luis los departamentos y oficinas posiblemente más sofisticados de Santiago, formando un barrio lleno de edificios “inteligentes” y que parece, en algunos aspectos, del Primer Mundo. Los dueños originales de las viviendas sociales de la Villa San Luis las pudieron vender a muy altos precios para que las inmobiliarias hicieran más edificios inteligentes y entonces esos ex pobladores pobres pudieron así comprar en otras comunas casas mejores, instalar negocios y hasta, algunos, adquirir parcelas agrícolas y cambiar de estrato socio-económico gracias al capital que les brindó la plusvalía de sus viviendas sociales.

          La movida de Lavín va a terminar, tarde o temprano, igual. Cuando él construya su torre en la Plaza Atenas, las viviendas vecinas van a bajar de precio, que es el efecto que produce la construcción de viviendas populares en barrios acomodados. Pero la pérdida de valor será transitoria. Pues, al mismo tiempo, los departamentos con subsidio de la “torre de Lavín” van a subir de precio, por estar en un sector acomodado de Las Condes, y tarde o temprano, como “el mercado es más fuerte”, va a surgir alguna fórmula que les permita a sus dueños venderlos con una buena ganancia de capital. Tal como los de la Villa San Luis, van a estar entre los más caros de los adquiridos con subsidio. Y, como consecuencia, entonces van a llegar a vivir a la Plaza Atenas personas ABC1 y las viviendas del entorno van a recuperar su valor y su ritmo de plusvalía. Estos vecinos, sucedido eso, van a perdonar a Lavín y los adquirentes con subsidio de la torre (si siguen en la comuna) van a pasar a ser electores incondicionales de él, por haberles procurado una buena ganancia de capital. Sólo es cuestión de esperar.

          Esta movida de Lavín también tuvo su origen en las leyes del mercado. Las Condes era dueña de un paño de terreno en Vitacura y Lavín quería construir allí viviendas sociales, lo cual era una solución perfecta para él, porque les daba casas a habitantes pobres de su comuna sin bajar los precios de otros vecinos de la misma, porque los que iban a bajar iban a ser los de Vitacura. Por eso el alcalde de Vitacura se opuso al proyecto y finalmente decidió comprarle a Las Condes el terreno y anunció que allí haría un nuevo parque, lo que le redituará votos de los vecinos felices de contar con una nueva área verde y de haberse librado del vecindario C3 y C4.

          Así Lavín, con la plata del terreno de Vitacura, pudo proponerse la torre de la Plaza Atenas. Al final, como el mercado es más fuerte, todos se beneficiarán con la valorización de los departamentos de la nueva torre y la llegada de nuevos adquirentes de ellos, de más alto nivel socio-económico, lo que dejará sin efecto cualquier desvalorización transitoria de su entorno, el cual verá recuperarse sus precios. Y entonces los vecinos de la Plaza Atenas perdonarán a Lavín y nadie le dará las gracias al verdadero responsable de la solución que, como siempre, habrá sido el mercado.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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