sábado, 21 de julio de 2018
Un abogado asesor se presentó sin afeitar, en mangas de camisa y sin corbata ante una comisión de la Cámara. Dos diputados le hicieron ver que no era forma de comparecer ante una instancia como ésa. Han recibido el repudio generalizado de los estamentos hoy decisorios de la sociedad: la farándula y las redes sociales.
Claro, el diputado Boric va a la Cámara sin corbata, sin chaqueta y sin afeitar y ningún colega le dice nada.
En realidad, la corbata, la chaqueta y la afeitada van en retirada. Ojalá no las prohíban, porque yo, al menos, desde hace más de medio siglo salgo todos los días de trabajo exhibiendo las tres. Pero sé que la corriente va para el otro lado. A veces soy el único en la cuadra y me miran como bicho raro. Pero si voy a tener que abandonar la chaqueta, la corbata y la afeitada, sobreviviré. Como me dijo una vez un francés al que le di vuelta una copa de vino tinto en el mantel blanco de su restaurant: Ce n’est pas grave, Monsieur.
La autobiografía de Sebastián Sichel en la revista “Sábado” de hoy es un descarnado texto de revelaciones personales íntimas, pero no me suscitó ninguna reacción negativa. En cambio, sí su contexto político. Sichel era mano derecha de Andrés Velasco, un hombre decente que, como tal, se ha negado a plegarse al bandwagon de Sebastián Piñera, que quería subirlo a él. Entonces ¿qué hizo Piñera? Le reclutó a sus colaboradores más próximos y los subió al bandwagon. Sichel recibió una oferta que no pudo rechazar (Corfo) y da como razón para alejarse de Velasco una bastante pobre: la de que éste “cree que todo tiene que estar supeditado a su proyecto presidencial”. Pero entonces se va donde otro tipo que sabidamente supedita todo a su proyecto –hoy realidad-- presidencial. ¿No es lo mismo? Y Sichel se declara admirador de Bernardo Leighton, el DC típico, que el 22 de agosto de 1973 firmó el Acuerdo de la Cámara llamando a las Fuerzas Armadas a deponer a Allende y el 11 de septiembre firmó con “los trece” DC el documento repudiando el pronunciamiento, lo que le valió la expulsión transitoria del partido. Estuvo a los dos lados de la barricada. Sichel, en consecuencia, prototipo perfecto del segundo gobierno de Piñera y VI de la Concertación.
El conflicto en TVN: mi opinión es que el Estado no debe tener un canal de televisión y la señal debe licitarse cuanto antes al mejor postor. Hoy es una típica entidad estatal que derrocha el dinero de los demás, ello simbolizado en los 18 palos mensuales que gana su principal ejecutivo, un hombre de izquierda, por supuesto; y el último lugar del rating que ocupa. Típico estatal. No va a tener solución bajo este gobierno. Habrá que esperar el de Kast.
El otro día vi al panzer Insulza quejándose de que Piñera no lo hubiera nombrado en una de las comisiones que ha formado para estar siempre al centro de la foto con gente que “le preste ropa”. El panzer tiene razón: este es su gobierno y él debería estar ahí. Lo apoyo en eso. Debe entrar en una próxima foto, con Piñera al centro, por supuesto. De eso se trata el cuento.
Notable la historieta del homosexual ruso que trae la misma revista “Sábado” de hoy de “El Mercurio”. Decidió irse de Rusia porque allá la vida no es fácil para los gays. Después de mucho viajar le gustaron Iquique y el clima acogedor de Chile para los de su condición, y aterrizó allí con su pareja. Estaban paseando de la mano cuando fueron asaltados por unos encapuchados que los agredieron y despojaron. Fue a la Comisaría y el oficial que lo atendió le dijo: “Esta ciudad no es para usted”. No era un Putin, era un chileno corriente, un uomo qualunque que seguramente no tiene nada contra los homosexuales, pero prefiere que no caminen tomados de la mano por las calles. A todos los uomos qualunques chilensis todavía nos resulta difícil asimilar esto. No a la persecución contra ellos, pero sean discretos.
Pintoresca la situación creada porque el Gobierno decidió formar otro organismo de inteligencia, como si alguna vez fuera a hacer algo contra la extrema izquierda armada. Creó el Consejo Nacional de Inteligencia, CNI. Tardíamente se dio cuenta de que en Chile, país de cerebros lavados, CNI es una sigla obscena, aunque le hayamos debido tanto en la tarea de impedir que el terrorismo de extrema izquierda se hiciera del poder. Y uno de los que más protestaron por twitter contra la sigla fue el hijo de un jefe del FPMR asesinado en 1985, un “degollado”. Pero los que estamos enterados de la historia verdadera sabemos que fue la CNI precisamente la que identificó a los asesinos de los jefes frentistas y denunció a los autores, carabineros de la DICOMCAR, al ministro sumariante que conocía del caso, Cánovas Robles. Pero éste no le creyó a la CNI. A la postre y diez años después los tribunales comprobaron que justamente la CNI había averiguado desde un comienzo la verdad del atentado. Este contrariaba la política de respeto a los derechos, incluso de los terroristas, que observaba el gobierno constitucional del Presidente Pinochet, elegido por ocho años en 1980 para conducir la transición a la plena democracia que culminó de manera exitosa el 11 de marzo de 1990, la única transición política que hemos tenido después de 1973, por lo demás. Un inefable ex partidario del “Sí” y hoy “arrepentido” ha felicitado por twitter al Gobierno por cambiar la sigla del nuevo órgano de inteligencia, de “CNI” a “CAI”, “Consejo Asesor de Inteligencia”. ¡Qué notable avance nacional! ¡Qué señal más portentosa de inteligencia política! Podemos dormir tranquilos.
Sorpresa: la Corte Suprema revocó el desafuero del diputado UDI Ignacio Urrutia, a quien los grupos de extrema izquierda pretendían procesar por haber dicho una verdad pública y notoria, como la de que el bono de tres millones de pesos a todos y cada uno de los premiados por la Comisión Valech era un “aguinaldo para terroristas”. El hecho contradice mi tesis de que vivimos bajo una dictadura judicial de izquierda. La pongo en revisión.
No el hecho de que la Comisión Valech fue una iniciativa escandalosa del ex Presidente Lagos, destinada a concederles pensiones vitalicias y otros beneficios a todos los que hubieran sido interrogados por organismos policiales o de seguridad durante el Gobierno Militar. Sometían a interrogatorio, obviamente, a las personas que podían tener vínculos con actividades terroristas, en particular con el MIR, el FPMR y posteriormente el Movimiento Lautaro. Eran los que ponían bombas y consumaban atentados. Nadie interrogaba a los floristas, bioquímicos, abogados o flebotomianos.
En el Chile de hoy el ambiente es hostil al desarrollo de actividades empresariales. Lo prueban los casos Maersk, Suazo, Iansa y Wild.
Estos dos últimos son fiel reflejo de ese Chile de hoy: Iansa cierra perseguida por los impuestos verdes, un invento de la izquierda internacional para encarecer la producción, en circunstancias de que nuestro país genera apenas el 0,2% de los Gases de Efecto Invernadero y que los países que generan la casi totalidad de ellos no han suscrito el Acuerdo de París que obliga a gravar a las empresas. No hay tal “calentamiento global”: en los últimos 21 años ha bajado la temperatura de la Tierra. El CO2 beneficia la vida en la Tierra y no provoca el calentamiento global, aunque sí éste provoca un aumento leve del CO2. Más consultas, dirigirla al experto Douglas Pollock, contribuyente de este blog.
El caso del empresario suizo Otto Wild es peor. Vino a Chile en 1975, cuando en el país había tranquilidad y comenzaba un período de crecimiento acelerado y en paz social. Se instaló en el Alto Bío Bío. En la presidencia de Augusto Pinochet, como es bien sabido, no existía el “conflicto mapuche” actual y reinaban la ley el orden en la zona. Por algo ahí ganó el “Sí”.
Otto Wild invirtió tres millones de dólares en una central hidroeléctrica y ahora le han incendiado todas sus instalaciones. Su familia se acababa de volver a Suiza, debido a la inseguridad de la región. Ahora él anuncia la liquidación de sus activos en Chile porque ni siquiera puede salir a pasear a su perro sin temor a que lo asalten. Tiene miedo. ¡Cómo no va a tenerlo si hasta los carabineros lo tienen! Lo revela este triste párrafo de “La Segunda” del 19 de julio: desde septiembre de 2015 Carabineros no ha podido notificar a los individuos que ocuparon violentamente la sede de la CONADI en Temuco ese año. ¿Por qué? “Carabineros no ha logrado cumplir el trámite debido a que los comuneros se comportan en forma violenta cuando se han acercado a notificarlos”. No se atreven a acercarse siquiera.
¡Cómo se extraña a Pinochet! Lo más distinto a él que hay en el mercado político es Sebastián Piñera. Y lo más parecido, José Antonio Kast. La extrema izquierda lo sabe y por eso lo agrede y lo ataca. Pero el alma popular, el uomo qualunque chilensis, también lo sabe y votará por él en 2021.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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