domingo, 14 de octubre de 2018
En un titular de una crónica del 12.10.18 a todo lo ancho de la página, de una periodista free lancer a la cual hace muchos años los jueces y abogados de izquierda utilizan para meter en “El Mercurio” infundios contra el régimen militar, se afirma: “Consejo de Defensa del Estado pide que se condene a 16 herederos a pagar $10.916 millones del patrimonio de Pinochet que es de origen ilícito”. Desde luego, titular falso, porque el origen no se ha probado que sea ilícito. Y aparece la abogada del CDE, María Eugenia Manaud, fotografiada y afirmando que “Pinochet incurrió en conductas de sustracción de caudales públicos”. Lo cual también es falso.
Las abogadas izquierdistas del CDE, azuzadas por su colega y diputada comunista Carmen Hertz (principal activista del odio que impide toda reconciliación en Chile) se caracterizan por la politización e irregularidad de sus acciones, por lo cual deberían haber sido excluidas de esa institución mucho antes que Javiera Blanco. Pero la Dictadura del “No”, que gobierna ya por 28 años, les garantiza impunidad para enlodar la memoria del mejor Presidente de Chile del siglo XX.
Es que esas mujeres se volvieron locas desde que, a raíz de denunciarse las cuentas en el Banco Riggs del general Pinochet en 2005, el Director de Impuestos de Chile examinó todos los ingresos del ex mandatario desde 1973, tras lo cual se comprobó que hasta 1990, en sus casi 17 años de gobierno, sólo había ingresos no explicados por 544 mil dólares, que podían atribuirse a uso de gastos reservados (Informe publicado en “La Tercera” del 8 de octubre de 2005).
No le dieron a Pinochet, ya disminuido y enfermo, ni siquiera oportunidad de defenderse, pero la cifra era, en todo caso, ridícula, desde que TODOS los gobernantes de la Concertación habían sido “pillados” llevándose para la casa sobres con billetes por más de 500 mil dólares CADA DOS MESES. Fueron “pillados” después de que el ministro de OO. PP de Lagos, Carlos Cruz, cándidamente se lo reveló a Raquel Correa en una entrevista. Después el ex Presidente Aylwin reconoció a “El Mercurio” que el hábito se había iniciado bajo su gobierno y “fue una corruptela”.
Entonces las mujeres del CDE no pudieron soportar que Pinochet resultara más honrado que sus sucesores del “No”, sobre todo que habían perseguido, también en “juicio por los diarios”, el caso de una cuenta del ex Presidente en el Banco Espirito Santo de Miami por algo más de cien mil dólares, denunciada con escándalo. La abogada María Teresa Muñoz, del CDE, había salido gritando “¡lavado de dinero, fraude al fisco, malversación de caudales!” y anunciando un juicio en Miami.
Nadie dijo nada cuando el Banco Espirito Santo de Miami le ganó el juicio en Estados Unidos al CDE, tras comprobarse que los dineros del depósito de Pinochet eran bienhablados. Acá los diarios no publicaron nada y yo sólo lo supe porque colaboré con el abogado que enviaron y con sus colegas que acá comprobaron la licitud de los orígenes de los dineros respectivos. Es que los “juicios por los diarios” suelen ir para un solo lado. No piden perdón por publicaciones infundadas.
La única tabla a que se aferraban, entonces, esas abogadas era un proceso completamente espurio iniciado por un ministro sumariante de izquierda contra los ocho oficiales ayudantes del Comandante en Jefe Pinochet entre 1981 y 1997. A eso quedó circunscrito el “caso Riggs”. Cada oficial ayudante abría en ese banco una cuenta para gastos en el exterior y la cerraba al final de su cometido. De los ocho oficiales, sólo dos conservaban la documentación del movimiento de su respectiva gestión: Guillermo Garín y Gustavo Collao. El sumariante de izquierda tuvo que absolverlos, porque no había seña de delito. Pero los otros seis no conservaban ni documentos ni recuerdos, porque todos eran hechos prescritos hacía más de diez años y ocurridos hace más de treinta. Y sólo en Chile existen jueces que pasan sobre la prescripción y la consiguiente prevaricación impunemente, de modo que éste condenó a los seis a cuatro años de presidio y mantuvo incautados US$ 1.630.000 de la sucesión Pinochet.
Apelada esa sentencia inicua, la Corte de Apelaciones de Santiago mostró un criterio menos politizado y aplicó la ley, es decir, la prescripción; y alzó el comiso sobre los bienes quedados al fallecimiento del general. Se terminaba así el "caso Riggs".
Pero entonces, lideradas por la diputada y abogada comunista Carmen Hertz, las “locas con Pinochet” discurrieron recursos de casación ante la Corte Suprema para anular el término del caso, el fin de la persecución judicial y el alzamiento de la incautación. Entonces presentaron dos recursos de casación ante la Corte Suprema, queriendo aprovechar las últimas actuaciones del ministro de izquierda Milton Jiica, a punto de retirarse por cumplir 75 años, y así conseguir mayoría en la sala penal del máximo tribunal.
Y, efectivamente, gracias al último voto de Juica en actividad los recursos fueron acogidos. Los oficiales ayudantes entonces volvieron a quedar condenados y el movimiento de sus cuentas volvió a ser “dinero malhabido de Pinochet”.
No les importó nada la incongruencia de que, en los dos casos en que se conservaba la documentación —Garín y Collao— no había evidencia alguna de mal uso de gastos reservados, permitiendo presumir que ésa era siempre la conducta de Pinochet. Muy por el contrario, las “locas con Pinochet” del CDE han decidido iniciar un nuevo juicio por el total de las sumas que usaron los otros seis oficiales ayudantes durante sus respectivas gestiones. Esa ha pasado a ser ahora “la fortuna de Pinochet”. Fue el último servicio a la causa del jubilado Juica. El “juicio por los diarios” así puede seguir.
Yo, por supuesto, me quedo con la aseveración que el ex Presidente nos hizo a un grupo de sus amigos, pocos días antes de fallecer y haciéndose eco de la campaña político-periodística en su contra: “Juro por la memoria de mi madre que nunca toqué un peso que no me correspondiera”.
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