5 de febrero de 2020

 

 

 

 

Tomas Bradanovic


En el lenguaje popular se entiende como "clásico" a lo que nunca pudo ser superado y mantiene su alto valor a través de los siglos, por eso se habla de la "Grecia Clásica" de la época de Pericles, de "música clásica", de "esculturas clásicas" como mucchas de Miguel Angel  y otras por el estilo.

La música tiene un período marcado por los compositores clásicos, que para algunos terminó con Mozart, para otros con Beethoven. Lo cierto es que la música occidental después de la muerte de Beethoven sufrió una gran crisis porque nadie pudo seguir componiendo en el mismo estilo sin caer en mediocridad o repeticiones. En ese sentido yo creo que don Ludwig Van fue el último clásico, porque pudo componer después de Mozart, sin embargo nadie pudo seguir componiendo con los cánones clásicos después de él.

La aparición del Romanticismo en el Siglo 19 fue la forma en que se resolvió este atascadero cultural que tenía al arte y las ideas, estancadas. Porque no fue solo un asunto del música, sino que se extendió por todo el arte y el mundo de las ideas.

Hay cosas que todo el mundo debería saber bien, como la historia de Grecia, del Imperio Romano, del Renacimiento y la guerra entre los Románticos y los Clásicos, lamentablemente nada de eso se enseña en las escuelas, pese a la tremenda utilidad que hay detrás de toda esa experiencia acumulada, nos enseñan cosas irrelevantes y nada de eso que si es importante.

Cuando cae el Imperio Romano, los clásicos griegos quedan sepultados en la explosión de espiritualidad y barbarismo que significó la desaparición de los grandes reinos y su reemplazo por feudos. Tuvieron que pasar más de 10 siglos para que volviese a florecer el comercio, la racionalidad y se re descubrieran los clásicos. El Renacimiento a partir del Siglo 15 fue un movimiento reaccionario para volver a los clásicos, contra una dominación marcadamente mística y religiosa.

Entonces empieza la cultura moderna, donde el florecimiento del comercio tuvo un papel importante en la larga paz, que permitió consolidar los imperios y aparecer otra vez las grandes ciudades, comercio, paz y vida urbana, permitieron cosas como el descubrimiento y conquista de América y mejora global en las condiciones de vida de las personas.

Durante el Siglo 18 "se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico", fue la Revolución Industrial, que partió en Inglaterra tras la invención de la máquina de vapor. Después del Imperio Romano, esta revolución fue el acontecimiento de mayor impacto en la historia, años atrás escribí algo sobre La Música y la Revolución Industrial, donde contaba algo sobre una de las muchas influencias de esta gran revolución tecnológica.

Eso fue en Imglaterra, de modo paralelo, en Francia ocurre la Ilustración, de lo que también hemos comentado antes y los franceses llamaron pomposamente al Siglo 18 el Siglo de las Luces. En esta confluencia de la Revolución Industrial inglesa y la Ilustración francesa es cuando surge en Francia la Guerra entre los Románticos y los Clásicos. "Romanticos" al parecer era una apelativo burlón que venía de "roman" (novela) por las disparatadas novelas y folletines que corrían por esos años.

Aunque el romanticismo venía de antes, la guerra comenzó oficialmente el 25 de Febrero de 1830, cuando Víctor Hugo estrena su -mediocre- obra "Hernani" en el Theatre Francais, donde se armó una gresca de ovaciones, pifias y trompadas en cada una de las 50 presentaciones que alcanzó a durar en cartelera

 

Hugo había llevado a su propia "claque" de aplaudidores, pero en lugar de contratar profesionales, llevo a amigos y seguidores:

"Muchos de ellos vieron la oportunidad de provocar a la rancia burguesía y ‒por qué no‒ de divertirse un buen rato, así que se vistieron de gala, con el uniforme antiburgués, de pelo largo y desgreñado, barba dejada y ropas desaliñadas y excéntricas ‒eso sí, con un chaleco de color rojo‒. Encima, para colmo, las órdenes que había dado Hugo eran, más que aplaudir, liarla" (hacer disturbios)

Los románticos decían representar lo nuevo, el progreso contra los clásicos, acartonados y caducos. Sus obras apelaban más a los sentimientos que a la razón y la mayoría eran francamente malas, exageradas en su afán por romper moldes, aunque muchas tuvieron un éxito arrollador.

"Los Miserables" de Víctor Hugo en Francia, las pinturas de Delacroix, "El Joven Werther" de Goethe,  toda la música del romanticismo: Shubert, Chopin, Litz, Berlitz, en fin, son solo unos pocos nombres de una lista interminable.

Pero casi todo el arte del romanticismo tiene un hilo conductor común: la propaganda, a partir de ese período apareció la "música programática", la "novela de ideas", la pintura de "contenido social" y cosas por el estilo. Esto es debido a que junto con la Revolución Industrial y la Ilustración, aparecieron en el mundo las ideas socialistas, que partieron con la carnicería de la Revolución Francesa y continúan -en buena medida- hasta el día de hoy.

Esta coincidencia entre romanticismo y socialismo, parece que no es casual. Tampoco parece casual la coincidencia entre el enriquecimiento y la lucha de clases. Durante muchos siglos el socialismo prácticamente no existió en el mundo y la lucha de clases fue importante -hasta donde yo se- durante el Imperio Romano en sus años más prósperos y a partir del enorme enriquecimiento que ha producido la Revolución Industrial y el Capitalismo.

Parece que cuando todos se enriquecen y el nivel de vida en general sube, empiezan a aparecer los envidiosos y resentidos. Nada parecido al socialismo existió durante la Edad Media, ni en el Antiguo Egipto o en los imperios asiáticos que eran materialmente muy pobres. Parece que el romanticismo y el socialismo son enfermedades exclusivas de las sociedades que se enriquecen.

¿Y quién ganó la Guerra de los Románticos y los Clásicos? Es una guerra que todavía sigue, los muchos experimentos fracasados del socialismo todavía no lo matan, ni a las ideas colectivistas ni al romanticismo que usan de manera abundante como material de propaganda. De allí viene el cliché que "todos los artistas son de izquierda",lo que pasa en realidad es que la izquierda es una fuente de ingresos segura y confortable, especialmente para los artistas mediocres.

Yo voy por los clásicos. Me entusiasma más la búsqueda de la perfección y cuando un estilo se agota porque llegó alguien tan bueno que ya no se puede avanzar más -un clásico- bueno, entonces habrá que buscar otro estilo y seguir conservando a los clásicos. La Novena Sinfonía o muchas sonatas de Mozart o Ludving Van son pilares que no se pueden remontar, no veo por que, solo por envidia, vamos a tratar de demolerlos.

Fuente: http://elpaisonline.cl/opinion/politica/1019-los-que-no-se-ven

.