1 diciembre, 2024 

 

 

 

 

 

 

 

 

por Jaime Jankelevich


Que la agenda de las últimas semanas haya estado focalizada en noticias relativas a denuncias de tipo sexual que involucran a las más altas autoridades del país, nos dice que es imperativo y urgente salvar a Chile de la decadencia.


No es necesario entrar en los escabrosos detalles de las denuncias contra el exsubsecretario Manuel Monsalve y contra el Presidente Gabriel Boric, para concluir que el daño al prestigio y la imagen internacional de nuestro país que estos dos casos implican es enorme. Baste decir que los principales medios periodísticos de España, Estados Unidos, Alemania, Brasil y Argentina publicaron la noticia de los dos casos que nos preocupan, para tomar conciencia de la gravedad del desprestigio ocasionado al país que esto conlleva.

Es muy triste comprobar en lo que nos tiene sumido este gobierno. Llevamos varias semanas en que el tema central de la agenda noticiosa son los casos de denuncias que involucran a un ex Ministro del Interior (s) y subsecretario a la vez y ahora al Presidente de la República, por temas de índole sexual. Nunca se había visto ni conocido que un Presidente de la República estuviese involucrado en algo semejante y tampoco ninguna de las más altas autoridades de la Nación.

Son tantos los problemas que nos aquejan, léase en educación, salud, empleo, inmigración, crecimiento, relaciones internacionales, vivienda, reconstrucción, que resulta inaceptable que el principal tema del que está preocupado el gobierno sea el intentar que salgan de La Moneda los temas de las denuncias por actos de connotación sexual que afectan a mujeres. Pero comunicacionalmente cometen tantos desaciertos y contradicciones que lo único que han logrado es entronizarlos aún más en palacio y comprometer directamente al propio Presidente, lo cual agrava la situación.

Es tal el nivel de improvisación e incapacidad del Gobierno que ni siquiera conocen el límite de sus atribuciones, como lo demuestra el hecho que el subsecretario Cordero tuviera que salir a enmendar a la ministra vocera Camila Vallejo quien aseveró que los equipos de Presidencia “habían pesquisado una denuncia inespecífica” el 9 de septiembre, la que había sido ingresada el 6 de ese mes. Si eso fuera cierto, el gobierno habría cometido un acto ilegal e inconstitucional al inmiscuirse en una investigación del Poder Judicial que es reservada y desformalizada. Incluso, por la declaración de Vallejo, el Ministerio Público abrió una “investigación penal por el acceso ilegal o indebido a los antecedentes de la causa”.

Pero como si eso fuera poco, el propio Presidente, el jueves pasado en un acto público expresó que la vocera había dicho todo lo que tenía que decirse respecto del caso, contradiciendo entonces al subsecretario Cordero, probablemente sin darse cuenta del error que cometió.

Expuesto lo anterior, no cabe la menor duda que lo que debemos preocuparnos cada uno de nosotros, es de hacer lo imposible por rescatar al país de este verdadero remolino de decadencia y mediocridad con que este gobierno está conduciendo al país, lo que a mi parecer no es otra cosa que un intento escondido por cumplir la promesa con la que partieron, cual es, “ser la tumba del neoliberalismo”.

Como no, si el desencuentro que hubo entre los Presidentes Milei y Boric en la reunión del G-20 es una señal de la mentalidad imperante. Milei criticó el compromiso del Estado para combatir las desigualdades y señaló que sólo el mercado y la acción del sector privado son capaces de generar riqueza y progreso para los países, lo que Boric rebatió defendiendo la acción del Estado y diciendo además que “el neoliberalismo sólo produce pobreza en Chile”.

Esa frase lo que nos está indicando, es que como se prevé que el récord de su gobierno será el de terminar con el menor crecimiento económico de todos los gobiernos desde el retorno a la democracia, entonces tiene que buscar a quién culpar de su incapacidad y de la mediocridad de su gestión.

Y lamentablemente para él, el informe de la Misión Técnica del FMI que estuvo recientemente en el país confirmó la situación de mediocridad en que se encuentra nuestra economía, lo que no es precisamente por el neoliberalismo, sino por la gestión de su Gobierno.

Chile está en caída libre. El próximo gobierno tendrá inmensas restricciones presupuestarias como legado de la actual administración. Por esa misma razón, hay que ofrecerle al país un sueño realizable, estimulante, motivador y que no genere falsas expectativas de corto plazo pues la tarea para volver a transitar por el camino del desarrollo tomará muchos años y necesitará de la unión de muchas voluntades, las que deberán poner al país por delante y dejar atrás cualquier intento hegemónico o egocentrista que impida salir de la mediocridad imperante.

Fuente: https://ellibero.cl/columnas-de-opinion/chile-en-caida-libre/

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