Gonzalo Ibáñez Santamaría


Hemos conmemorado recién el hecho de haber transcurrido cuatro años desde el inicio de lo que ahora se denomina el "octubrismo", esto es el, estallido de violencia y de terrorismo que comenzó el 18 de octubre de 2019 y que se extendió hasta el mes de marzo de 2020 cuando la llegada de la pandemia del Covid, lo aplacó y restableció en Chile un cierto orden social, hasta ese momento en franco deterioro. Pero, entretanto, provocó inmensos daños y detuvo el crecimiento del país.

No ha sido un fenómeno que haya quedado definitivamente atrás, pero hay claramente síntomas de que la ciudadanía se distanció de esos hechos y ha vuelto a solicitar de nuestras autoridades las garantías para una vida en paz y en orden. Garantías para que el país vuelva a crecer y para que la inseguridad y la delincuencia sean efectivamente dominadas.

En todo caso, y aunque quede camino por recorrer para retornar a la senda de progreso por la que el país caminaba hasta esa fecha, se impone una reflexión acerca de las causas que produjeron ese fenómeno. Personalmente creo que él fue la consecuencia de una continua traición de que nuestra clase política hizo víctima a Chile. Y que ha culminado con la conmemoración oficial de los 50 años del pronunciamiento militar.

Durante los años transcurridos desde 1990, sin perjuicio de disfrutar del progreso que el régimen militar le trajo a Chile, expresamente se ha tratado de borrar todo recuerdo de los motivos del pronunciamiento de 1973 haciendo a Salvador Allende una víctima de la ambición de poder de unos militares golpistas. Con ello se ha llegado a la conclusión de que la única forma de retornar a la democracia es la de retornar al 10 de septiembre de 1973. Es lo que sucedió con el estallido que comentamos. En esta traición por cierto se encuentran las fuerzas políticas que en su momento intentaron convertir a Chile en un apéndice del comunismo internacional borrando en él todo rastro de libertad. Pero también se encuentran las fuerzas que apoyaron el pronunciamiento como la Democracia Cristiana e, incluso, las que fueron parte del régimen que lo siguió, como la UDI y RN. Todas, definitivamente, entraron en la confabulación para obligar a Chile a retornar al 10 de septiembre de 1973.

Gracias a la decisión de nuestros Carabineros, de la PDI y de nuestras Fuerzas Armadas, ese intento no prosperó, permitiendo así al país pronunciarse en dos elecciones decisivas contra semejante pretensión.

Ahora, sólo queda ratificar este pronunciamiento en diciembre próximo y así permitir a Chile el retorno al camino de paz y de progreso que nunca debió haber abandonado.

Fuente: https://web.facebook.com/gonzaloibanezsm

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