Gonzalo Ibáñez Santamaría


Transcribo carta de mi autoría publicada hoy por El Mercurio (p. A 2) en defensa de la vida de los niños que están por nacer. Agradezco desde luego su lectura, comentarios y difusión.


Señor Director:

"Preguntada en reciente entrevista la abogada Elisa Walker por qué su desacuerdo con el proyecto constitucional que se votará el 17 de diciembre próximo, ella responde, en primer lugar y antes que nada, porque ese proyecto permitiría declarar inconstitucional la ley que autoriza el aborto en tres causales.

Según Walker, ese proyecto cambia “el estatuto jurídico del ser en gestación. Pasa de ser un “que” a ser un “quien”, y “quien son las personas, no son las cosas”. Luego, para ella, el ser en gestación no solo no es persona, sino que es una “cosa”. Lo cual de ser aceptado nos llevaría a la conclusión de que el aborto debería ser no solo en tres causales, sino completamente libre. Fue, por lo demás, la posición del Consejo Constitucional cuando rechazó la proposición de declarar que “todo ser humano es persona”. Lo hizo para evitar que la condición de persona pudiera ser asignada a un grupo de seres humanos —en este caso, los que están en gestación—, de modo de permitir que se les diera muerte sin que ese acto pudiera ser considerado como crimen. Los seres en gestación, en el mejor de los casos, podrían ser considerados humanos, pero nunca personas. Ellos no son sino una “cosa”.

Difícilmente puede encontrarse un ejemplo de aberración más completa y más peligrosa: la de que un grupo de seres humanos se atribuyan para ellos la condición de “personas” y, después, se la atribuyan a quienes ellos quieran, dejando fuera a todos los que, para ellos, puedan convertirse en una molestia.

Si alguien quiere autorizar el acto de dar muerte a un ser humano en gestación, que lo haga, pero que no intente justificarse con una argumentación que lleva a las peores consecuencias: el aniquilamiento de las comunidades judías durante la Segunda Guerra Mundial tanto como la esclavitud en los Estados Unidos pueden ser contados entre los ejemplos más dolorosos de lo que sucede cuando la condición de persona se le niega a un grupo de seres humanos. Queda abierta la puerta para que nos destrocemos unos a otros. ¿Es lo que doña Elisa Walker quiere?"

Fuente: https://web.facebook.com/gonzaloibanezsm

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