Marzo 1, 2020
VOXPRESS.CL
Blog de Raúl Pizarro Rivera

 El país, esta vez en su totalidad, se alista para ser testigo forzado de una de las peores pesadillas que periódicamente debe obligadamente vivir: las franjas electorales. En esta oportunidad, a millones de dueñas de casa les interrumpirán sus escasos minutos en que puede olvidar sus faenas y preocupaciones, para entregarles una saga de falaces y engañosas interpretaciones sobre lo que la casi totalidad de la población, y por siempre, ha ignorado: un plebiscito por una eventual nueva Constitución.

El telespectador curioso que no se anime a  abandonar su televisor, se encontrará con expresiones e imágenes que lo confundirán más de lo que ya está, dado su casi nulo y precario conocimiento respecto a lo que es una Constitución, en qué consiste y cuál es su real contenido.

Los más desprevenidos y los despistados que abundan, tienen que ser alertados respecto a este artificio de maquillar malévolamente el valor de una genuina democracia por parte de  los mismos que se aprovechan y se burlan de la población. Esta vez, le dirán que hasta sus problemas podológicos los podrá superar si es que vota por el Apruebo.

El gran factor de desconcierto que implica una franja tan fragmentada como ésta, es que el cándido telespectador, siempre dispuesto a ‘consumir’ cuanta barbaridad aparece en pantalla, tendrá que resolver un dilema mucho más complejo que decidirse por dos opciones. Tanto en los espacios de derecha como de izquierda se encontrará con discursos no afines, es decir, partidos del mismo color le dirán, y le pedirán, cosas distintas.

Se enfrentará a una discutible propaganda de los ‘independientes’, y que no lo son, porque todos quienes se dotan de esa auto denominación son dependientes de alguno de los partidos, especialmente de izquierda, la que, utilizando a viejos y radicales súbditos ideológicos, los  hace pasar como “la gente común y corriente” para engatusar a las audiencias incautas. Desde ya, y de frentón, hay que advertir a los audaces que deberán soportar los 15 minutos del mediodía o de la noche que en Chile, categóricamente, los independientes no existen, que quienes así se definen son parte de algún rebaño ideológico y no son identificables en un escenario tan polarizado y ardiente como el actual. Es inubicable alguien al que “le dé lo mismo” lo que se está viviendo y que sea neutral ante la posibilidad, y muy cierta, de derivar en una nueva Constitución que lleve derecho al país al socialismo totalitario.

Esta franja del engaño, tiene su elemento de mayor distorsión en el hecho de que una misma izquierda mostrará varias caras y una misma derecha, mostrará, al menos dos. Deben ser los nuestros, los únicos políticos en el mundo que mal interpretan la diversidad como una muestra de unidad.

Contaminados por un Gobierno que nunca tuvo en sus planes una eventual nueva Constitución, pero que ahora la apoya sin pudor ni rubor, sus propios partidos se han divididos: la UDI corporativamente la rechaza, EVOPOLI también corporativamente la aprueba, en tanto en RN, y en la misma franja, estimulará simultáneamente ambas opciones. Casi de alienígenas.

En la oposición, un discurso algo más templado dentro de su natural vaivén de intereses, tendrá la DC. Como siempre, tiene dudas y a algunos de sus cabecillas con voto disidente y “conscientes de que hay quienes opinan distinto”…

La convergencia de los ex concertacionistas, el PS, el PPD y el PR, está jugado por una nueva Constitución canalizada a través del mecanismo de una Convención, donde, sí o sí, estarán ellos representados: se calcula en 25 el número de sus políticos dispuestos a postularse para ser integrantes de esa instancia redactora.

Los que lleguen a ser electos para esta posible Convención,  que tendría que ser votada en octubre junto con los comicios municipales, de ser actuales parlamentarios obtendrán un segundo ingreso por casi dos años: el que les paga el Congreso Nacional y el que recibirán por integrar este rol  constituyente.

Para una mejor información, se trata de los mismos políticos que, hace poco, fueron calificados por la ciudadanía con un mísero 2% de aprobación. Catastrófico desenlace: los rechazados por la ciudadanía tendrán gran incidencia en el futuro sistema de convivencia nacional del país. Más incoherencia y deslegitimidad, imposibles.

La otra izquierda, la dura, la extremista, la totalitaria, la causante de la violencia interminable, permanece  dispuesta a imponer con el vandalismo que resulte necesario, una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente –auto gestión directa del pueblo-, de acuerdo a lo acordado y puesto en marcha por el Foro de Sao Paulo, en Caracas.

Ésta es la postura que tiene al país en vilo, ya que se vislumbra más probable que descartable que este segmento bien identificado no esté dispuesto a aceptar otra votación que no sea por la Asamblea Constituyente.

En medio de este convulsionado escenario de intereses políticos,  acordado artificiosamente -15 de noviembre- para terminar con la aún interminable violencia política, surgió un personaje ajeno a todo este sucio juego,  José Antonio Kast (Partido Republicano), con una magistral movida que dejó a todos perplejos y rojos de rabia. Se inscribió con sus escasos 8 segundos en la franja de la Convención y Asamblea Constituyente para, en ambos casos, hacer propaganda en su contra.

Absolutamente permitido por las reglas del CNTV, el ex diputado y líder indiscutido de la derecha tradicional, apuntará al corazón del plebiscito en el cual Chile arriesga su destino. Cualquiera de las dos instancias que serán atacadas por Kast contiene la suficiente dosis de veneno para condenar el futuro del país.

El acierto de su decisión se refleja en la automática y destemplada reacción de la centro izquierda, al calificar con los peores epítetos la fortaleza de JAK de aprovechar su brevísimo espacio para desarmar el tinglado armado por la izquierda para recuperar, vía una nueva Constitución, el poder…y en forma permanente.

Fuente: https://www.voxpress.cl/single-post/2020/03/01/Esta-semana-LA-JUGADA-MAESTRA-DE-KAST

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