18 de junio, 2019
Jose Antonio Kast
Abogado, ex diputado, fundador de Acción Republicana
La decisión de nombrar a Sebastián Sichel como ministro es una estocada al corazón del Gobierno y a cientos de funcionarios leales a esta administración.
Hoy, formalmente, comenzaremos la recolección de firmas para constituir el Partido Republicano. Lo haremos con disciplina, humildad y constancia, porque queremos dar una señal de responsabilidad y compromiso con nuestro sistema institucional. Una suerte de lección a todos aquellos que nos tildan de populistas y demagogos, como si no nos importara la democracia ni las consecuencias de nuestro accionar en política.
Todos ellos se equivocan. Tanto nos importa la democracia, que la fundación del Partido Republicano busca fortalecerla. Queremos que los chilenos tengan más alternativas políticas y encuentren en los Republicanos un camino para que la política se vuelva a conectar con la ciudadanía y para que los problemas de las personas, vuelvan a ser una urgencia social para la clase política.
Por eso cuesta entender el cambio de gabinete que realizó el Gobierno el pasado jueves, y mucho más el que Chile Vamos lo haya aceptado. Un cambio de gabinete que no se hizo cargo de los problemas de gestión, de los desafíos económicos y de las enormes complejidades que ha tenido el gobierno para comunicar sus propuestas. ¿De qué sirve cambiar (o hacer enroques) de Ministros sectoriales si no se hacen cargo del problema de fondo? ¿Cómo se mantiene inalterado el Comité Político si precisamente lo que está fallando es la gestión política y comunicacional de este Gobierno?
El problema de Chile Vamos es de fondo, no solo de forma. Muchas de las decisiones que se han tomado y de las concesiones que se han hecho a la izquierda tienen que ver con principios fundamentales de nuestro sector como la libertad, la justicia social y la responsabilidad de los ciudadanos. La coalición, en vez de seguir disputándose cargos y privilegios, debiera preocuparse de ratificar sus compromisos y corregir el camino errado que se ha ido tomando. Por eso, ante la pregunta sobre si el Partido Republicano debiera entrar o no a Chile Vamos, nuestra respuesta es inmediata: no es algo que dependa de nosotros, sino de la identidad que debe definir Chile Vamos y si van a cumplir los compromisos que ellos asumieron en su creación.
Pero también hay un problema más coyuntural: la decisión de nombrar a Sebastián Sichel como ministro es una estocada al corazón de Gobierno y a cientos de funcionarios leales a esta administración, que han entregado sus vidas y trayectorias al servicio de este Gobierno. Sichel puede ser un gran profesional, pero no tiene ningún tipo de compromiso ideológico con este Gobierno ni debe compartir su visión de futuro. Preferir como Ministro a alguien que votó por Lagos, Frei y Bachelet, dos veces, es una renuncia explícita a la renovación de nuestros cuadros y a la confianza en los dirigentes de nuestro sector.
¿Hacia dónde va Chile Vamos? ¿Qué objetivos pretende ahora que ya se encuentra en el poder? ¿Por cuántos años más querrá mantenerse? Todas respuestas que quedan en duda y que son difíciles de resolver. Nosotros, al menos, creemos que van por mal camino y que debieran volver a asumir un compromiso, tan obvio como fundamental. Los chilenos eligieron a este Gobierno con un programa claro y preciso, y con propuestas concretas durante la campaña. ¿No será tiempo ahora de empezar a cumplirlo?
Fuente: https://ellibero.cl/opinion/jose-antonio-kast-quo-vadis-chile-vamos/
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